The Girl from Ipanema
La roca viva
Gracias, Amor, por esta dulce herida y la blandura de mi sufrimiento. Por la risa y el gozo y el lamento, en tanta plenitud desconocida.
Bendito siempre, Amor, porque te siento crecer en la ternura compartida y por las aguas de tu mar sediento que arrasa las orillas de mi vida.
Hoy sé que los rigores de tu fuego consumió en llamaradas mi sosiego y mi paz se hizo llanto y quemadura.
Ahora voy como barco a la deriva. En los escollos de tu roca viva rompió mi corazón su arboladura.
Dora Castellanos
12.07.11
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