Hoy no vale la pena deshojar margaritas, mi tiempo está vedado de sonetos de luna y de tu ausencia . Sumida estoy en la perenne melancolía de amores olvidados.
Hoy navega mi barca al infinito buscando el faro de tu estropeada sonrisa; y en el puerto ya nadie por mi espera.
Un vuelo de gaviota atraviesa cortando el espejo del recuerdo la marea del dolor arrecia mis sentidos y el deseo de vivir se desvanece.
Tu nombre es tan azul como mis ansias mis besos amaneceres de letargos grises Y mis palabras ya no tienen orillas