Llenare de vino mi copa Embriagare mis palabras Soltare ese amor peregrino Hasta borrar su huella larga.
Compartiré mis versos Con la música del alma Te dibujare en la noche Para renacer cada mañana.
Dejare volar despacio Los pájaros de fuego Que incendiaron tus manos Sobre mi piel pálida De solitarios inviernos Y el timbre de tu vos Haciendo nidos Que guarde en un cofre En el lecho de fusión De tu sentir y el mío.
Abriré el sobre De letras guardadas Las dejare fluir despacio Hasta que no quede nada Despertare cada mañana Seré la crisálida colorida Mariposa sensible Guerrera de tempestades Sobreviviente de la historia. Que soñamos juntos En el país de los sueños Donde todo es nada.