Junto a mi voz tu voz reveladora
fue entre las voces pura y verdadera.
La noche fue más noche y hechicera.
La vida fue más vida y triunfadora.
Todo dentro de ti, libertadora,
tuvo el milagro de la primavera.
Mi pena no fue pena duradera,
ni aquella soledad desoladora.
Hoy mi voz no es mi voz, es boca impura.
La vida es menos vida a cada instante.
La noche es menos noche y más oscura.
Y en esta soledad, agonizante,
en busca de tu amor y tu procura
voy, entre soledades, nevegante.
José Rafael López Rosas .