He tenido malos pensamientos contra él. He deseado su destrucción. Tengo que reconocer que alguna vez lo golpeé. Nunca quiero escuchar lo que me dice al oído. Pensar en su aparición no genera en mí los mejores sentimientos.
Pero, pero, pero.... Sigue siéndome fiel sin ningún tipo de rencor. Continúa dándome avisos cada día. Me ha servido para no perder algún empleo. Es el primero en saludarme cada mañana.
Por eso, luego de tantos años donde he sido ingrato contigo, he aquí mi homenaje:
¡GRACIAS DESPERTADOR! ¡SIN TÍ, MI VIDA SERÍA TOTALMENTE DISTINTA! ¡ERES UN COMPAÑERO FIEL! PROMETO TRATARTE CON MÁS CARIÑO....
Amigo/a, dale gracias a tu despertador. Aunque no simpatices con él, es quien te da las chances para levantarte en el horario que deseas. Pídele perdón, sí, hazlo, vamos, no seas tímido/a, ya que no es rencoroso. Con el tiempo, pueden llegar a ser excelentes amigos. El sonido del despertador te recuerda que estas vivo y tienes la posibilidad de enfrentar una nueva jornada. Y si a eso le sumas, empezar con un poco de entusiasmo cada día, mejor...
|