♣ CUATRO VECES NIEVE ♣
La primera vez llegó por sorpresa y
los copos comenzaron a caer lentamente
como mariposas en general blancas pero
no todas blancas, y la anciana mujer que
nos cuidaba miró por la ventana de la cocina
y exclamó "y luego dirán que no hay Dios"
con una risa que surgía del fondo de sus
creencias como surge el fuego de la ceniza;
después, como quien marca un compás,
bajó la mano hasta su delantal y dio comienzo
a un silencio que poco a poco lo fue tapando todo.
Y fue así que, sin apartarnos de la ventana,
o al contrario, más pegados aún a ella,
nosotros, mi hermano, mi hermana y yo
nos quedamos callados igual que los topos,
los pájaros los jabalíes y los gatos de la
montaña, igual que el loco que gritaba y
el recadista que siempre iba silbando una
canción, y los ángeles por su parte dejaron
las trompetas y el campanero la cuerda de
su campana, y en el campamento de los
gitanos el violín y el tambor volvieron a sus
cajas, y la escuela se vació, y la carpintería
también, y la panadería lo mismo, es decir
que, resumiendo, todo estaba vacio,
quieto y silencioso, nuestro pueblo,
la provincia, el país, y Francia, y Suecia,
y Asia, y los planetas, Venus, Marte, Júpiter,
Plutón, todo absolutamente todo estaba
vacío, quieto y silencioso; entonces el
compás terminó y la anciana mujer que
nos cuidaba exclamó de nuevo
"y luego dirán que no hay Dios" señalando
hacia los copos, las mariposas, la nieve,
y justo en ese momento dos perros se
pusieron a correr y a revolcarse en la nieve,
y la campana de la iglesia se puso a sonar
, y el loco a gritar, el recadista entonó silbando
una canción, y los gitanos bailaron, y la
maestra de la escuela también bailó,
y el carpintero fue a la panadería por pan,
y el panadero a la carpintería por una tabla,
y nuestro pueblo, la provincia, nuestro país
y todos los demás países, nuestro planeta
y todos los demás planetas, salieron de su
sopor y volvieron al movimiento de siempre,
y nosotros mi hermano, mi hermana y yo
nos pusimos los abrigos y salimos a la calle
a andar en trineos o a jugar con
los perros o a bailar con la maestra.
Bernardo Atxaga
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