La felicidad de los empleados también mejora los problemas negativos que puede estar atravesando la empresa.
La Psicóloga Sigal Barsade, de la Universidad de Pensilvania, que se dedica a este tema, afirma que el contagio de las emociones positivas tiene un efecto dominó y que potencia los buenos resultados en los equipos de trabajo.
En 1985, Gregory J. McHugo de la Universidad Dartmouth, junto con un grupo de colaboradores, observaron que al mostrar imágenes de gente sonriendo, las expresiones faciales, las emociones y la respuesta fisiológica de quienes las miraban, cambiaban.
El sentido del humor es lo que más se contagia porque influye directamente en la comunicación, favoreciendo la cohesión del grupo de trabajo y aumentando la satisfacción, la productividad y la creatividad.
Con humor se logran suavizar las situaciones de estrés y amortiguar el acoso psicológico.
Para incentivar el contagio de las emociones positivas y utilizarlo como estrategia en el ámbito laboral, es importante el papel de los líderes, principalmente de los carismáticos.
Los empleados se sienten felices en su trabajo cuando existen elementos motivadores que incrementen su satisfacción y no mediante la eliminación de factores que les desagradan.
Esto pone en duda la creencia de que la remuneración es lo más importante para sentirse bien en el trabajo, porque ganar mucho no implica también ser feliz, aunque sea cierto que un salario insuficiente sí puede ser motivo de infelicidad.
Aunque la felicidad laboral sea un objetivo de la empresa, también depende de la decisión de cada uno en función de sus particulares condiciones psicológicas.
Para mejorar el bienestar laboral, actualmente se utilizan como estrategias, el rediseño del puesto de trabajo y oportunidades para recuperarse del estrés.
Un empleado es más feliz haciendo tareas variadas que estén claramente definidas. Necesita además ser autónomo en la organización de su trabajo, participar de las decisiones, tener oportunidad de desarrollo, retroalimentación de sus superiores sobre su desempeño y gozar de flexibilidad horaria.
La flexibilidad laboral permite una mejor conciliación entre el trabajo y la familia. La persona puede ajustar su horario de trabajo a sus necesidades personales y elegir el horario de entrada y de salida.
El trabajador se siente más satisfecho y comprometido con su tarea cuando puede modificarla según su criterio para darle un mayor significado sin desvirtuar los objetivos de la organización.
La nueva orientación de las empresas se basa en diseñar organizaciones saludables que logren el bienestar de sus empleados.
El exceso de trabajo deteriora la salud de los empleados produciendo ausentismo, en tanto que el cuidado de los recursos humanos les genera motivación.
El avance tecnológico permite que el trabajador realice parte de las tareas en su casa y disminuya los viajes por trabajo, reemplazándolos por video conferencias.
Otra fuente de satisfacción laboral la constituye la oportunidad de hacer actividad física, de aprender algo nuevo o de organizar actividades sociales con los compañeros de trabajo.
Un empleado no solamente rinde más y trabaja mejor cuando es feliz y está contento en su trabajo sino que también se siente feliz cuando logra un buen rendimiento.
Fuente: “Mente y Cerebro”; No.50/2011; “La felicidad en el trabajo”; Alfredo Rodriguez Muñoz, doctor en psicología, máster en Seguridad y Salud en el trabajo y profesor de psicología social; y Ana Isabel Sanz Vergel; doctora en psicología, máster en psicología clínica y de la salud y profesora de psicología.
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