Un chino llevaba varios días rondando por la calle de Urgencias del Hospital Macarena.
Un médico que desayunaba en la cafetería de esa calle, con su bata blanca como todos los que allí van, se había fijado en el chino.
¿Qué hará aquí este hombre tantos días dando vueltas frente al hospital? ¿Estará enfermo? ¿Quizá duda si le atenderán o no?
Sin poder frenar más su ansia de cotilleo, se dirige al chino y le pregunta: "¿Tiene algún problema señor?
¿Acaso está enfermo? ¿Quiere que le examine?"
El chino se vuelve para mirar al médico, y con una sonrisa de oreja a oreja le contesta:
" No, no me pasal nada; sólo toy viendo local"