A todos nos gusta en gran medida ser reconocidos por nuestros logros. Se nos infla el pecho de satisfacción cuando alcanzamos el objetivo deseado y somos reconocidos por ello. A esto se le llama orgullo. Nos sentimos orgullosos de lo que hemos logrado. Este es uno de los sentimientos que en la medida justa nos permite disfrutar los logros , es algo que nos motiva, nos hace dar cuenta que podemos alcanzar nuestras metas, que podemos aspirar a mas. Se renuevan nuestras energías cuando esto ocurre.
Pero, sentir orgullo no es malo en si mismo, pero cuando el reconocimiento es excesivo, el sentimiento resulta negativo.
Muchas veces este sentimiento exagerado provoca rechazo en el otro. ¿ Porque? Porque estas personas solo son capaces de ver lo que lograron con su esfuerzo, pero son incapaces de asumir o reconocer sus defectos personales. No pueden ver al otro, ya que permanecen encerrados en si mismos. Son individuos muy susceptibles y no toleran la más mínima critica. No les gusta pasar desapercibidos y siempre tienen una tendencia a hablar de sus proyectos de lo que les pasa y de lo que hicieron. Si esto no ocurre, si no captan nuestra atención, pierden interés en la charla y se niegan al dialogo.
Quien tiene este sentimiento de orgullo desmedido, necesitan permanentemente el reconocimiento de sus cualidades y logros, por lo que resulta imposible el trato, ya que demanda a los otros en forma permanente.
Estas personas creen que tiene al mundo en contra, y no se dan cuenta del porque. No son conscientes que es su actitud lo que no agrada. Se preguntan porque si hacen todo bien, los demás se comportan tan mal con ellos.Necesitan ser el centro, ser los que siempre dirigen todos, mostrando continuamente lo que saben hacer y lo bien que lo hacen.
Pero esta actitud es tal vez, una forma de ocultar otras falencias, vaya a saber de que tipo... Les dejo una frase: "Aquel que es demasiado pequeño tiene un orgullo muy grande"
Autor:Arjona Delia
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