Hola…
Todos somos enviados a hacer lo que hemos visto hacer a Jesús, a continuar y actualizar su vida y su mensaje. A comunicar vida, a dar paz, a desatar, a liberar, a continuar su obra. Quien tiene un encuentro con Jesús resucitado, se llena de alegría y siente la necesidad de contagiar y comunicar su experiencia a los demás.
El Espíritu de Jesús transforma el miedo en paz, el pesimismo en alegría. El Espíritu es el gran don de la Pascua. Jesús nos envía su Espíritu, su Aliento, su Ánimo, su Vida para que nos empapemos de Él, y lo contagiemos y comuniquemos a los demás. De forma que el mundo identifique fe en Jesús con personas sensibles y luchadoras por una vida mejor, más libre y feliz para todos.