Hola…
Disponemos afortunadamente de una reserva suficiente de fe y esperanza en Dios. El Señor nos sigue regalando la vida de su Hijo. Esa vida sigue alentando a muchos hombres y mujeres para vivir conforme al Espíritu de Jesús.
Esos son nuestros testigos irremplazables. Están ahí. Llevan dentro de sí la verdad de Jesús. Por eso sirven a los pequeños, por eso levantan su voz para defender a los pisoteados y perseguidos, por eso atienden a los migrantes o llevan despensas a cárceles y hospitales.
Sus nombres no ocupan las primeras planas de los diarios, no dirigen ni encabezan las comunidades eclesiales. Son bautizados, hombres y mujeres que siguen a Jesús con la misma entereza que los primeros discípulos.
Son pocos en medio de la inmensidad de los cristianos nominales que sobresalimos por nuestra mediocre indiferencia.
Ellos son los que cumplen el mandamiento antiguo, el que conocemos desde el principio, ellos llevan dentro el amor del Padre.
"La verdad católica"