La psicoterapia “on line” es un recurso terapéutico útil que no exige pedir turnos, salir de la propia casa o tener que esperar para ser atendido.

El hecho de reconocer que algo anda mal en la propia vida como para tener la necesidad de pedir ayuda, ya es en sí mismo un acto terapéutico; y tener la oportunidad de hablar o de escribir los problemas es una forma de llegar a tomar conciencia de lo que está pasando.

Cualquier trastorno puede mejorar con una terapia “on line” con un profesional dispuesto y atento que pueda brindar el apoyo y la guía necesaria en forma inmediata, con una visión objetiva y coherente; de la misma manera que en una entrevista cara a cara.

El tratamiento “on line” tiene ventajas con respecto a otros modos de abordar una psicoterapia, como por ejemplo la posibilidad de repasar lo dicho y revivir las distintas secuencias en que se han desarrollado los encuentros.

La terapia escrita es más operativa que los medios audiovisuales, porque le da la posibilidad al paciente de rever lo que manifiesta, de concentrarse más en el tema que lo preocupa y de distinguir lo esencial de lo superfluo.

Cada vez más son los psicólogos que se prestan a brindar este servicio que muestra ser una valiosa alternativa para el que se decide iniciar un tratamiento.

El hecho de no ver al terapeuta y de no ser visto, significa otra de las ventajas de esta técnica, porque el paciente se atreve a ser más sincero y compartir muchas cosas que pueden resultarle difíciles de enfrentar en una sesión cara a cara.

La posibilidad de recurrir a los mensajes de texto para situaciones puntuales puede resultar de mucha ayuda en los casos de adicciones, al alcohol, las drogas, el cigarrillo o la comida.

Una ventaja para los terapeutas es que una terapia a distancia le permite estar más protegido de eventuales y no tan improbables abusos físicos o sexuales.

Las últimas investigaciones sobre modalidades terapéuticas, han demostrado que las terapias telefónicas también resultan eficaces.

Actualmente existen varios estudios que han comprobado el beneficio potencial de las psicoterapias a distancia a través de chats, correos electrónicos, videos o por teléfono (hablado o con mensajes de texto).

Según la recopilación de 983 artículos, realizada por el psicólogo Azy Barak, asesor de la Universidad de Haifa, efectuados desde 1983, los resultados de 92 estudios, con la participación de diez mil personas que recibieron tratamiento psicoterapéutico por medios electrónicos, fueron muy positivos, confirmándose que dichas terapias son tan eficaces como una terapia cara a cara.

En 2009, la psicóloga Lisa K. Richardson, que analizó 148 estudios publicados desde 2003, también llegó a la misma conclusión.

Otras revisiones realizadas en 2009 por psicólogos de la Universidad de Indiana Meridional y de Manchester, concluyeron que los terapeutas y sus clientes pueden establecer buenos vínculos a distancia, con resultados significativos.

El auge de las redes sociales confirma que es posible establecer relaciones profundas y cálidas a pesar del trato mediático.

Frente a este avance de los medios de comunicación, varias asociaciones de profesionales, como por ejemplo la Asociación Americana de Orientación psicológica y la Asociación Nacional de Trabajadores Sociales de Estados Unidos, aceptan como válidos estos tratamientos y disponen de guías oficiales para sus asociados.

También la Ascociación de Psicología ha aprobado esta técnica electrónica y la incluye entre otras modalidades terapéuticas.

No hay que olvidar que lo más importante no es la forma en que se realice la terapia, sino la capacidad profesional del terapeuta.

Fuente: “Mente y Cerebro”; No.51/2011, “Tratamiento a distancia”; Robert Epstein, doctor en Psicología.


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