Estilos de relación
Desde el inicio de los tiempos, las personas se relacionan con el resto de los seres que habitan este planeta de diferentes formas:
Tenemos por un lado a los CAZADORES, seres que buscan su propio placer a costa del otro. Solo les importa sus intereses personales y empatizan muy poco con los intereses de sus “presas”. Son observadores y manipuladores, buscan los puntos débiles del otro para saber cómo atraer a su presa hacia ellos. Suelen ser seductores, elegantes y les gusta el poder, no es casualidad que la caza haya sido durante mucho tiempo el deporte favorito de la realeza.
Por otro lado tenemos a los CRIADORES, seres posesivos que buscan su bien limitando al otro. Si bien se preocupan, dedican y piensan en el otro velando por su crecimiento y bienestar, lo hacen de una forma asfixiante limitándolo a espacios reducidos.
Por último tenemos a los PASTORES, seres amantes de la libertad propia y ajena. Les interesa el bienestar del otro sin imponer limitaciones. Pueden ser seductores pero difícilmente lo sean a través de símbolos de status o por posesión de grandes bienes materiales. Dominan el arte de la contemplación y la observación pero a diferencia de los cazadores, no compiten con el otro ni buscan la manipulación con fines individualistas. Por el contrario son cooperativos, buscan el bien común y aprovechan el conocimiento del otro proveniente de la observación, para poder relacionarse mejor.
Lo curioso es que decimos haber evolucionado con el paso de los siglos, pero estos estilos de relación continúan conviviendo dentro nuestro. Nos hemos tecnificado pero en el fondo seguimos siendo muy iguales a nuestros ancestros lejanos. Estos 3 estilos de relación los tenemos todos dentro nuestro, pero cada cual los combina en diferentes dosis.
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Quienes prioricen mucho el aspecto y el estilo seductor “externo” en sus elecciones, aspectos muy de moda en los tiempos actuales donde predomina lo estético y visual, puede que sea frecuente que terminen encontrando y eligiendo cazadores, quienes a su vez suelen estar agazapados a la espera de su presa en el lugar y momento indicado.
¿Cuánto tienes de cazador, cuanto de criador y cuanto de pastor?.... ¿Cómo te relacionas con los demás? ¿Cómo te gusta que se relacionen contigo?
Somos lo que elegimos… y elegimos ser lo que somos. Quien elija nadar entre tiburones, no debe asombrarse ante una mordida.
Santiago 1:13-15
Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie; sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido. Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte.
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