Madre
En mi carne viví tu carne viva
en su apacible claustro retenido
y aunque te tuve atenta a mi latido
hoy mi razón de tu razón me priva.
Ya me dirás en qué morada esquiva
podré, madre, olvidarme de tu olvido,
a qué turbia oquedad y sin sentido
te replegó tu nave a la deriva.
No existe territorio en mi amargura
en que extender mi llanto ni venero
donde desalojar mi desventura.
En el albor del despertar primero
viví tu voz de lúcida ternura
y en la orfandad de tu silencio muero
Autor:.
Vicente Fernández Cortés
Presentado
por:
Casimiro López Cano