Cuántas veces te has puesto a recordar todo lo bueno que te ha pasado, trata de recordarlo ya que eso te llena de fortaleza, alegría, ánimo y algunas veces con un poco de tristeza. Vamos a hacer un poco de memoria de cuando eras pequeño, hubo momentos en que, el estrenar un par de zapatos te hacía sentir una gran emoción misma que te entusiasmaba, te sentías único.
Ahora vamos a recordar tu primer amor, tanto te emocionaba que te querías ver perfecto, y oler perfecto, el peinado no tenía que ser menos ya que era tu presencia ante ella y eso te hacía sentir mariposas en el estómago, lo recuerdas. Ahora vamos un poquito más adelante cuantas veces hiciste una locura por algo, para conseguir un trabajo, para que te ascendieran o para que te admiraran y no te arrepentiste, nada más cuando te acuerdas te da pena o te ríes y dices que locuras.
Ahora creo que ya pensamos más las cosas porque tenemos una mujer, hijos y ya no puede ser igual que antes, nada más recuerda que así como tú te ilusionabas con pequeñas o grandes cosas, tus hijos van a hacer lo mismo y eso hay que saberlo entender. Y de la tristeza no hay que acordarnos ni hacerla sentir a los que amamos.