Alabado sea Jesucristo…
Hoy recordamos con admiración a la Beata Teresa de Calcuta (1910-1997), o simplemente a nuestra amada Madre Teresa. Y podríamos dedicarle varios días seguidos para recordar y exaltar su diminuta figura y su monumental obra. Se hace difícil escoger archivos, historias, fotos, recuerdos… Internet está lleno de testimonios de su vida dedicada a los más pobres de los pobres. Algo vamos a tratar de reflejar en esta edición de “Pequeñas Semillitas”.
Pero mucho más importante que los homenajes es tomar su ejemplo y tratar de hacer aunque sea una mínima parte de lo que ella hizo. Recordando su frase: “Hay que dar hasta que duela”… Tal vez no nos animemos a tanto. Pero al menos dejemos de mirar para adentro de nosotros mismos y dediquemos tiempo, esfuerzo, dinero y amor por nuestros semejantes que pasan tanta necesidad; y no pensemos que están en el otro extremo del planeta… sino que seguramente bastante cerca de la casa de cada uno de nosotros hay algún pobrecito de Dios que espera nuestra mano tendida, nuestra sonrisa, nuestra caricia, nuestra atención. Como lo hacía ella, veamos a Jesús en el rostro de cada necesitado…