Alabado sea Jesucristo…
Si tú aflojas en la marcha los demás se detendrán; si te muestras débil, cederán; si tú te sientas, ellos dormirán; sin dudas, desesperarán; si criticas, demolerán.
Pero si, por el contrario, tú ofreces tu mano, ellos serán un fuego ardiente, y hasta darán la vida si tú amas, porque tú eres su hermano.
El amor te da la posibilidad de conocer al otro, de acogerlo en tu vida y de hacer nacer junto a él, algo nuevo.
El amor llena siempre la vida, si sabes tomarle el significado; lo construyes cada día con coraje, lealtad, responsabilidad.
El amor es grande, pero su necesidad es sin límite; por tanto, hay un lleno total de sufrimiento en cada corazón.
Señor… haz que yo pueda donar, aquello que los demás quisieran recibir con alegría.