¿Cuántas veces nos aferramos a alguien en un momento malo de nuestras vidas? ¿Cuántas veces ante una lágrima recurrimos a la persona equivocada?, o nos dejamos llevar por ella para que calme la angustia que nos parte el pecho pero… ¡Error! Estamos donde queremos estar y con quien queremos estar, por eso si estás triste, si no encontrarás solución a tus propios problemas, no pienses que uno de afuera va a venir a solucionártelos…
En momentos como éste solemos abrirle la puerta a personas que aunque sean encantadoras en un momento, así pensamos que el o ella es lo mejor que nos ha pasado, y con el tiempo empiezas a llevar una relación que puede durar largos meses o años, para que al final ese “amor” que creías tener hacía esa persona sólo se haya transformado en el compañero/a ideal, lo que siempre soñaste, piensas que si la pierdes te vas a morir de soledad y de tristeza, y no quieres volver a pasar por el mismo ciclo en donde lo conociste y por eso permaneces a su lado un largo tiempo, aunque ya haya pasado de ser una relación de amor, a una relación de amistad.
Si crees que te vas a quedar sólo para siempre si la dejas, te digo que en el mundo hay un millón de personas que desearían estar contigo, ¡sin importar cómo seas!... Si piensas que si lo pierdes te mueres, te diría que no seas tan incrédulo, la vida es una sola, si pruebas con otros amores seguramente adquieres experiencia y no sólo eso, sino que puedes volver a enamorarte. Sí, diciéndolo así parece fácil, ¡pero no lo es!...
A veces los recuerdos de él o ella agobian nuestra mente y nos muestran como flashes todos aquellos momentos que vivimos juntos... ¿Consejito? Piensa siempre que lo que viene es mejor, que no puedes estar con alguien simplemente porque te brinda seguridad o por temor a quedarte sólo/a, porque eso nunca va a pasar…
Y cuando veas que más allá de su amor la relación ya no es la misma e intentaste recomponer situaciones y caes cada vez más profundo en una ciega situación de compañerismo, trata de alejarte de la mejor manera aunque sea difícil… Es preferible terminar bien, a salir lastimados y no poder hablar nunca más con la persona que fue tan importante en tu vida y te ayudó en momentos difíciles… ¿Otro consejo? ¡No te aferres!... Valórate a ti mismo.