A recordar que lo más valioso no es
lo que tengo en mi vida, sino
a quien tengo en mi vida.
A recordar que rico no es el que más tiene,
sino el que menos necesita.
A recordar que debo controlar mis actitudes,
o de lo contrario mis actitudes me controlarán a mí.
A recordar que no es bueno compararme con los demás,
pues siempre habrá alguien mejor o peor que yo.
A recordar que el dinero lo compra todo,
pero no puede comprar la felicidad.
A recordar que los amigos de verdad son escasos,
y quien haya encontrado uno, tiene un verdadero tesoro.
A recordar que soy dueño de lo que callo,
y esclavo de lo que digo.
A recordar que la felicidad no es cuestión de suerte,
sino el producto de mis decisiones.
A recordar que dos personas pueden mirar
una misma cosa, y ver algo totalmente diferente.
A recordar que a pesar de que la palabra
"amor" tiene muchos significados distintos,
pierde valor al ser usada en exceso.
A recordar que el "amar" y el "querer" no son sinónimos,
sino antónimos: el querer lo exige todo,
el amor lo entrega todo.
Gracias, Señor por ayudarme a crecer
día tras día, y enseñarme a vivir.
|