Si quieres llenar tu cántaro, ven, ven a mi lago, mi agua se cogerá a tus pies y te dirá su secreto.
La tormenta se echa encina y oscurece el arenal, y las nubes bajas son, sobre la copa azul de los árboles, como tu pesada cabellera sobre tu frente. Conozco bien el ritmo de tus pasos, que me están latiendo en el corazón. Ven, ven a mi lago, si quieres llenar tu cántaro.
Si no tienes ganas de llenar tu cántaro, si prefieres dejarlo flotando, en el agua ven, ven a sentar tu pereza a mi lado.
La ladera está verde y las flores de mi campo son tantas que no pueden contarse. Se te irán tus pensamientos por tus ojos negros, como pájaros que vuelan de sus nidos y tu velo te caerá a tus pies.
Ven, ven a mi lago, si tienes ganas de llenar tu cántaro. Si harta de tus otros juegos, quieres jugar con el agua, ven,ven a mi lago.
Deja tu manto azul en la orilla, que el agua azul te esconderá y las olas se pondrán de puntillas por besar tu cuello y suspirarte en los oidos. Ven, ven a mi lago, si quieres jugar con el agua. Si te has vuelto loca y quieres morir, ven, ven a mi lago.
Mi lago está frío y no tiene fondo; oscuro como un sueño sin sueños. Allá abajo, noches y dias son iguales y toda canción es silencio. Ven, ven a mi lago, si te has vuelto loca y quieres morir. Tagore.