Convierto en realidad mis sueños
cada día de nuevo al alba;
No poseo ni un rey ni un dueño,
pero quiero recostar mi espalda
en la tuya, porque así yo puedo
esta luz contemplar más clara.
Algunas veces en tu amor me enredo
y del alma estrellas emanan
renovando con tesón y empeño
sentimientos que jamás se empañan.
Amanecer.