Alabado sea Jesucristo…
Cualquiera sea mi edad, cada día es una oportunidad de renacer a una vida de felicidad y amor, de celebrar mi creciente conciencia de la verdad.
¡Feliz cumpleaños a mi nuevo yo! No necesito esperar que sea mi cumpleaños para celebrar la vida. Mi existencia está tan llena de bendiciones que todos los días doy gracias a Dios:
Gracias, Dios, por la vida divina, que me da energía y restaura mi salud, al circular por todo mi cuerpo.
Gracias por la luz divina, que refulge en mí y en los que amo. Tu luz me indica el camino.
Gracias por las ilimitadas bendiciones de mi vida, por el orden de mis asuntos y la paz de mi corazón.
Gracias, Dios, por la oportunidad de llegar a ser todo lo que soy capaz de ser y que sólo es posible por Tu voluntad y por Tu amor.
Gracias, Dios