Alabado sea Jesucristo…
La noticia merecería figurar en la primera plana de los diarios… El Adviento nos coloca “otra vez” frente al irrevocable amor de Dios que se hace hombre en Jesucristo. Este Dios fiel no puede dejar de amar a su criatura por muchas que sean sus infidelidades. Esta es la “buena noticia” del Adviento.
En un mundo “a la deriva”, el Adviento quiere recordarnos que la salvación es posible: se llama Jesús; la alegría es posible: se llama Jesús; la felicidad es posible: se llama Jesús. Por eso, Jesús, frente a todas las injusticias, males y contrariedades de este mundo, nos exhorta con fuerza: Tengan ánimo y levanten la cabeza, porque está por llegar la liberación.
El Adviento no es un simple tiempo de cuatro semanas: es una actitud cristiana. El Adviento es esperanzay ánimo para “levantar la cabeza”, para volver a empezar, para no “bajar los brazos”… porque Jesús es el Salvador.
No es sencillo vivir esta maravillosa novedad cristiana en medio de una sociedad que “está en otra”. Por eso, Jesús nos aconseja: Estén prevenidos y oren sin cesar.
El Domingo