5 Errores comunes durante el ejercicio

Muchas personas se olvidan de algunos principios claves para que el entrenamiento sea eficaz y seguro. Estos son errores comunes que debes evitar durante el ejercicio.

Ejercitarse con dolor

Hacer ejercicio cuando tienes dolor es la forma más rápida de desarrollar una lesión grave y persistente. Los malestares y dolores menores pueden convertirse fácilmente en lesiones crónicas que luego te aquejan durante años.

Si sientes dolor durante el ejercicio, para, descansa, y busca la causa del dolor. A veces todo lo que necesitas hacer es algunos pequeños ajustes en los accesorios que usas para ejercitarte, o en la posición del cuerpo para eliminar el dolor.

Por ejemplo, sales de excursión y sientes la sensación de ardor de una ampolla creciendo en el talón. Se debe tratar de inmediato para prevenir el problema por completo. ¿Tus zapatillas son la causa, o estás caminando mal?. Seguir con la rutina puede hacer que la ampolla se vuelva duradera, grande y dolorosa. Es decir, que puede dejarte fuera de carrera una semana o más. El dolor es la forma que tiene el cuerpo de avisarte de un problema.

No descansar nunca

El descanso a menudo es una parte que se pasa por alto, pero es vital para un entrenamiento eficaz. Si no planeas descansos o días de recuperación, en realidad, estás limitando tu capacidad de entrenamiento.

Tu cuerpo se hace más fuerte después del esfuerzo físico, por eso necesita un tiempo de inactividad para la reconstrucción del tejido muscular.

Un programa efectivo de entrenamiento tendrá periodos regulares de descanso y recuperación. Esto le permite al cuerpo adaptarse al ejercicio – se vuelve más grande, más fuerte, y más rápido.

El descanso también te permite una recuperación mental y emocional.

No hacer caso de una enfermedad médica

Es importante respetar las condiciones o limitaciones físicas que tienes y seleccionar una rutina de ejercicios acorde.

Hacer caso omiso de una enfermedad del corazón, o una enfermedad en las articulaciones, por ejemplo, puede ser contraproducente y hacer que la condición empeore.

La mayoría de los médicos fomentan el ejercicio como una forma de gestionar muchas enfermedades crónicas y ayudan a crear un programa que sea adecuado para tu caso.

Si tienes algún problema de salud complicado, consulta con tu médico o trabaja con un entrenador personal calificado para asegurarte de que tu entrenamiento te está ayudando y no te hace daño.

Hacer caso omiso de un problema de salud al hacer ejercicio podría empeorar la situación.

Nunca cambiar la rutina

Para sobresalir en una habilidad, es necesario practicarla. Sin embargo, hacer la misma rutina de ejercicios todo el tiempo puede aumentar el riesgo de lesiones, así como llevar a un desequilibrio muscular, debilidad, y simple aburrimiento.

Es importante variar tu rutina de ejercicios en el día a día, y mes a mes.

El entrenamiento cruzado, que combina entrenamiento de resistencia y velocidad, más el entrenamiento con pesas o yoga, son excelentes medios para mantener un alto nivel de aptitud física sin insistir demasiado en ciertos grupos musculares.

Ignorar la forma apropiada de hacer ejercicio

No importa que tipo de rutina de ejercicios te guste, utilizando la técnica incorrecta no sólo reduces la efectividad del entrenamiento, también te pone en mayor riesgo de sufrir una lesión.

Tomate el tiempo para aprender la técnica apropiada si estás levantando pesas, haces yoga, corres o nadas. Incluso si has estado jugando un deporte por años.

El levantamiento de pesas es peligroso y debes prestar especial atención. Requiere una postura adecuada, movimientos controlados, y la cantidad adecuada de peso.

Hacer ejercicio cuando estás fatigado es otra manera fácil de descuidar la técnica. Cuando estás cansado, es mucho más difícil mantener la técnica apropiada y mantener la concentración. La fatiga mental puede ponerte en riesgo, sobre todo si vas en bicicleta o corres, ya que puedes ser más propenso a ignorar el tráfico circundante y las condiciones del camino.

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