Alabado sea Jesucristo…
Pasa, Señor, por mi memoria, porque tú la creaste para que recordara tu amor y tus regalos. Despierta los buenos recuerdos, que me motivan a seguir adelante. Quema con tu fuego toda vergüenza y toda angustia que venga de los malos recuerdos. Purifica esos recuerdos, para que ya no me lastimen ni me inquieten. Señor, tú que eres puro amor, tú que perdonabas a los que te crucificaban, quita de mi interior todo el veneno de los recuerdos que me llenan de rencor y de tristeza. Derrama en mi interior el deseo de perdonar y la gracia del perdón. Con tu amor me perdono a mí mismo por mis errores pasados. Quiero mirarme a mí mismo con tu compasión y misericordia. Reina, Señor, en este mundo de mis recuerdos, y pacifícalos con tu presencia luminosa. Amén.
Víctor Fernández
Sagrado Corazón de Jesús, te doy gracias por concederme un día más, para poder amarte y servirte. Casimiro López