Alabado sea Jesucristo…
Quiero adorarte, Señor, quiero reconocer una vez más tu inmensa grandeza. Porque está en cada cosa pero lo superas todo, maravilloso y sublime. Muchas veces me siento grande o me deslumbro ante los poderosos de este mundo. Así olvido que todo el universo es un granito de arena al lado de tu infinita gloria. Tú eres Dios, sólo tú eres Dios más allá de todo y por encima de todo. Recibe la adoración de esta pequeña criatura que se postra ante ti. Me someto ante tu sagrada presencia y mi gloria es adorarte. Porque sólo cuando te adoro soy verdaderamente grande. Tu poder me levanta y me exalta, tu amor me libera y me promueve, tu presencia me fortalece y me ilumina. Te adoro a ti, mi Dios, y a nadie más adoro. Nada más merece en el universo que me postre. Sólo ante ti me someto, porque eres el único Dios. Amén.
V. M. Fernández.
Sagrado corazón de Jesús. Mil gracias por concederme un día más para adorarte y servirte. La mies es mucha y pocos los obreros para recogerla. La palabra de Dios. Te alabamos Señor. Amen. Detente, el Corazón de Jesús, está conmigo. Casimiro López