Alabado sea Jesucristo…
Ayer el Papa Francisco, en la celebración de Santa Ana y San Joaquín, abuelos de Jesús, tuvo palabras muy tiernas para con ellos marcando la importancia que tienen en la vida familiar. En la misa privada que celebró en la Residencia de Sumaré, dijo que “los abuelos son el buen vino de la sociedad, pues (el buen vino) cuando envejece mejora”. Por ello el Pontífice pidió que “el Señor bendiga a los abuelos” y que les permita “envejecer con sabiduría y con dignidad” para poder transmitírsela a los demás.
Hoy podríamos agregar a las palabras del Santo Padre, que los abuelos sin duda alguna son un regalo de Dios, ya que nos llenan de alegría con su cariño, siempre nos acompañan y nos miman en los momentos más difíciles y sus sabios consejos pueden ser de gran ayuda en decisiones cruciales para nuestras vidas.
Vaya pues un saludo lleno de afecto para todos los abuelos que leen estas “Pequeñas Semillitas” y que el Señor los colme de bendiciones.
Sagrado Corazón de Jesús. Mil gracias por concederme un día más para adorarte y servirte. La mies es mucha y pocos los obreros para recogerla. La palabra de Dios. Te alabamos Señor. Amén. Detente el Corazón de Jesús está conmigo. Casimiro López