Cuando el sol resplandece después de un largo período de cielos grises y de lluvia, nos sentimos más felices. Es emocionante ver que la luz del sol irradia a través de las nubes. Del mismo modo, nuestro espíritu se eleva y nuestra apariencia resplandece cuando una nueva comprensión ilumina nuestras mentes.
Quizás hemos orado por una respuesta o esperado guía durante una noche oscura del alma. Y, cuando la respuesta surge, es como un nuevo amanecer. Despertamos con gozo a un nuevo día. El camino se hace claro y sabemos qué hacer. La luz es un símbolo de sabiduría. La luz de Dios nos llena cuando abrimos nuestras mentes a una nueva comprensión y a una iluminación mayor de la verdad.