Alabado sea Jesucristo…
Cada persona va descubriendo paulatinamente el sentido de su existencia. Hay una etapa de incertidumbre y confusión en que no sabemos qué ruta elegir en la vida. En otros momentos parecen derrumbarse las opciones que un día nos entusiasmaron y es la hora de la redefinición y de la recuperación de la identidad más profunda de nuestra vida.
En el momento oportuno es necesario mirarse en el espejo de la propia trayectoria personal y reafirmar cuál es el verdadero tesoro y la riqueza que no se echa a perder y que finalmente, llena de significado nuestra existencia.
Cuando se vive de manera auténtica se valora en la justa proporción los fines y los medios. Los llamados bienes antepenúltimos (salario, profesión), no pueden desbancar a los bienes penúltimos (salud, afecto, libertad) y mucho menos al bien y fin último de la vida (la felicidad, la trascendencia, la dicha verdadera).
"La verdad católica"
Sagrado Corazón de Jesús. Mil gracias por concederme un día más para adorarte y servirte. La mies es mucha y los obreros pocos para recogerla. La Palabra de Dios. Te alabamos Señor. Amén. Detente, el Sagrado Corazón de Jesús, está conmigo. Casimiro López