Alabado sea Jesucristo…
Los nacionalismos y los discursos sobre la existencia de distintas razas se han vuelto caducos. Los seres humanos somos tan semejantes que es cada vez más discutible postular la existencia de diferencias raciales.
El reconocimiento de las semejanzas y la afirmación de la condición universal de la humanidad favorecen la integración y la convivencia armoniosa entre las personas y sociedades. El camino cristiano tiene pretensiones de universalidad.
No pretende desintegrar las diferentes culturas, sino injertar la Buena Nueva del Evangelio en cada mentalidad. La paz entre las naciones -como postula el Parlamento de las Religiones- no se alcanzará si no hay paz y diálogo entre las religiones.
Si en otro tiempo las diferencias de credo auspiciaron guerras destructoras, en el presente no tiene ningún sentido plantearlo. Los genuinos caminos religiosos buscan ser constructores de la paz y la concordia.
Fuente "La Verdad Católica"
Sagrado Corazón de Jesús. Mil gracias por concederme un día más para adorarte y servirte. La mies es mucha y pocos los obreros para recogerla. Es la palabra de Dios. Te alabamos Señor. Amén. Detente, el Sagrado Corazón de Jesús está conmigo. Casimiro López