Amada esposa. Te confirmo que me enamoré de tí, por tus sentimientos hacia mi persona, expuestos en tus letras de amor para mí, porque yo sé que esas palabras de viva voz o escritas, no salen así porque sí, solo por hablar; sino de un corazón enamorado. Cuantas veces las has escrito para mí, en nuestras relaciones en la distancia y aún depués de estar conviviendo y que desaparcieron de tu léxico hacia mi persona, sin embargo revivieron luego en el cuidado y tratamiento para mi salud, en todo momento, lo que yo tu esposo, te agradezco infinitamente. Si bien yo necesito tambien esas muestras verbales de tu cariño, que junto a tu exquisito cuidado de mí, me harias el hombre más feliz de este mundo.
Te voy a decir un secreto que guardo en mi corazón, y es que al encontrarte, comprendí que en tí, habia hallado la continuación de mi feliz vida con mi esposa Pilar, quien ha de estar en el Cielo, por que se lo mrecia; no pienso, ni sé, que tú Marian, seas peor ni mejor que lo fué ella, las dos compañeras, que he tenido y tengo, sois lo mejor que me ha dado la vida. por lo que rezo a mi Sagrado Corazón de Jesús a todas horas, el haberme concedido, dos hermosos corazones, a los que adoro con toda mi alma.
Tu me dices, cuando yo te pido o te digo, o te hago algún cariño, me dices, que me deje de tonterias que eso se queda para la juventud, que el amor se demuestra con hechos, que al parecer yo no los reuno, según tú; pués fijaté bien, que aunque te parezca que nó, yo guardo en lo mas recóndito de mi alma un amor, que no puedo o no sé demostrar, tal vez por mi torpeza en encauzarlo, o porque tú no has llegado a comprenderme, o no quieres hacerlo; pero que ahí está y muy orgulloso de ello, aunque parezca mentira, yo te amo sincera y calladamente.
Esto son algunas cosas que siempre he qurido decirte y hoy lo hago Te esposo que te adora Casimiro..