Alabado sea Jesucristo…
Cuando se viven crisis sociales tan profundas como la que ahora sufrimos, la gente descubre con pena que sus ingresos disminuyen, sus rutinas y costumbres se alteran porque el temor a ser agredido provoca que todo el mundo tome precauciones para no ser víctima de algún delito.
Más allá de las pérdidas humanas irreparables y de los desfalcos económicos, hay otra merma menos visible, pero igualmente decisiva. La gente pierde la esperanza, el ánimo para emprender proyectos o simplemente realizar un viaje de descanso. Las crisis sociales traen unidas crisis de fe y de confianza.
En estas circunstancias adquiere su pleno sentido el exhorto del Señor Jesús sobre la fe: cuando se dispone del don inapreciable de la fe se sobrepone uno a la adversidad y el fracaso.
Testigos vivientes que no se han dejado arrebatar la esperanza y que luchan para exigir condiciones de justicia y bienestar para todos, son de todos conocidos. Por su medio el Señor nos sigue mostrando que la fe sigue activando procesos de cambio personal y de renovación social.
"La verdad católica"
Sagrado Corazón de Jesús. Mil gracias por concederme un día más para adorarte y servirte. La mies es mucha y pocos los obreros para recogerla. Es la Palabra de Dios. Alavado sea Jesucristo. Amén. Yo siembro cada día Pequeñas Semillitas, solo con el vehemente deseo de que se propague la Fe, en El Sagrado Corazón de Jesús. Así sea. Detente, el Sagrado Corazón de Jesús está conmigo. Casimiro López