Amig@s. Cuantas veces pensamos en la alegria y la felicidad que es AMAR. Es un estado maravilloso y divino, porque esta beldad nacio o estaba en el Corazón de Cristo,ya que todo su martirio y sufrimiento en el camino del calvario, fué una muestra de que su corazón amaba y ama, desmesuradamente al hombre, aunque éste lo estaba y sigue crucificándolo...... ¡¡¡ Cuanto amor derramó hacia su semejantes, sin importarle las heridas, las espinas de su corona, colocada en su divinidad !!! por sus amados hermanos y sangrando se, dirigió a su padre, diciéndole ¡¡¡ PADRE, PERDONALOS, QUE NO SABEN LO QUE HACEN !!! Cuanto Amor hay en esa Súplica. Y cuanta maldad, traición, pervesidad y crueldad, llevaban aquéllos criminales y quienes los mandaban, para vanagloriarse de su poder y sin una pizca de piedad filial....Ni cuando le dijo a su madre, ¡¡¡ Madre ahí, tienes a tu hijo, Hijo ahí tienes a tu madre !!! Esas palabras salidas de su alma, se entienden, que nos quiso decir mucho...
Amig@s. Cuantos de nosotros nos quejamos de la cruz que cada uno llevamos, que aunque nos parezca pesada, no lo es, si pensemos en nuestro Señor y la pesadisima Cruz sobre su divina espalda; la nuestra es lijera y sin embargo nos causa dolor, que creemos que es inmenso, demasiado para nuestra debil fe y entendimiento, al no comprender que nuestros leves dolores, son pruebas que se nos presentan, para dejar el lastre del pecado y poder subir en su día limpios al Lago Azul, que es ese Cielo que contemplamos cada dia, y que para llegar allí hemos de desprendernos, de ese caparazón que nos impide, no ver ni sentir,el inmenso dolor que hay a nuestro alrededor y pasamos, diciendo para nuestros adentros, ..."yo de eso no tengo la culpa, que es del que tiene dinero y poder para remediarlo"; ¡¡ Pero amigo mío!!.. Estamos muy equivocados, porque no ponemos todos ese granito de arena, en socorrer, al necesitado o escuchar, acariciar ó dar consuelo a esa persona que llora, y asegurale que no está sola, que estamos nosotros aquí para aliviar o quitar su dolor, que compatido es mucho menor para todos. Autor: Casimiro López Cano |