Mi adorable caballero es melodía, y llama pura, siempre procura dar a mi vida, noche y día, placer, risa, gozo, alegría...
Regálame el doncel, su paso, compás de gran danza pomposa dicha y ventura. Es modelo de encanto, lealtad y donosura luce el galán modales llenos de exquisitez y finura.
Posee un feroz y galopante corazón de corcel para dar alcance, frenar mi anhelo de relámpagos. Es nuestro ardiente lecho de amantes, de claveles reventones y pámpanos. a él, le crecen amapolas en el pecho y a mi, me salen palomas del beso...
Níveos cisnes hay en la piel de nuestros deleites que guiando van, la carroza florida de nuestras delicias... Laboriosas y diligentes son las abejas de nuestros, besos, mimos, caricias y ternuras...
Yo camino tentadora, a eso del atardecer, por sus crepúsculos prohibidos. Sin rumbo ni destino. Él, tras de mi, raudo viene al amanecer, se desliza por el terciopelo de mi anhelo. Ambos nos abrazamos, gemimos y suspiramos, para con gozo y pasión… miramos a los ojos al traspasar juntos gozosos, cómplices de un mutuo acuerdo, el pórtico señorial de la gloria...
Él paladea, siempre, de mi níveo seno su dulzor perfumado de membrillo bajo la luz del sol, el iris y la aurora. yo, con arrebol, su cuerpo de roble, con alma de atleta, su frescor de heno, el néctar de sus frutos, la savia de sus vigorosas raíces...
Sé, que, a perpetuidad, en nuestra vida se aposentará el mágico brillo, frescor, y fulgor de una eterna Primavera …que juntos somos y ¡ seremos felices!
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Ann Louise Gordon Stewards Copyright (C) 2007 www.poemasannlouise.com
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