Alabado sea Jesucristo…
Los
tiempos que corren están marcados por la confianza en la rentabilidad,
la eficiencia y la competitividad. Quienes no consiguen desarrollar
habilidades suficientes para emplearse y conseguir un salario digno,
parecen condenados a la mera sobrevivencia.
El
relato del nacimiento de Jesús nos plantea una alternativa: no es la
fuerza ni la rivalidad lo que puede transformar la realidad de personas y
sociedades, sino la apertura que permite apreciar que en toda persona,
independientemente de sus condiciones concretas, está presente una
dignidad que hay que afirmar, reconocer y promover.
El
nacimiento de Jesús implica el reconocimiento de la humanidad como una
realidad única. En la vida de toda persona late un dinamismo
espiritual tan lleno de significado que nos urge a salvaguardar y
respetar activamente esa presencia sagrada que encierra toda persona. "La verdad católica"
Sagrado
Corazón de Jesús. Mil gracias por concederme un día más
para adorarte y servirte. Hagamos como decía San
Agustín: Señor a Ti solo busco, a Ti solo amo y tuyo
quiero ser. Mi único deseo es conocerte y amarte. (Sol
1,1,). La mies es mucha y pocos son los obreros para
recogerla. Es la Palabra de Dios. Alabado sea Jesucristo.
Amén. Yo siembro cada día Pequeñas Semillitas, con el
vehemente deseo de que se propague la Fe, en el Sagrado
Corazón de Jesús y suplico a todos los creyentes y no
creyenes, que pidan al Señor Jesucristo en oración, que no
haya más guerras ni hambre en el Mundo y reine la Paz en
todos los rincones del Orbe. Así sea. Detente, el Sagrado
Corazón de Jesús está conmigo. Casimiro López