Alabado sea Jesucristo…
Como
bien ha dicho el Papa Francisco la Iglesia no es una ONG, tampoco una
institución filantrópica como existen tantas otras. Es una comunidad de
creyentes, que se reconocen entre sí como hermanos, que han
experimentado de forma parecida el encuentro con Dios a través de
Jesucristo.
La
experiencia cristiana no queda reducida a un evento místico o íntimo
entre el creyente y Dios. Dicha experiencia está fundada y mediada en la
vida, muerte y resurrección de Jesús. Ese evento ha sido tan decisivo
que afectó la vida de los primeros discípulos, y sigue transformando la
existencia de los discípulos actuales. De esa comunión espiritual con
Dios y los hermanos, brotan las iniciativas de caridad, reconciliación y
solidaridad que los cristianos organizan en la sociedad donde viven.
("La verdad católica")
¡Buenos días!
Don Bosco te anima
Entre
los múltiples talentos que tuvo san Juan Bosco está el de escritor. Por
varios años cada mes producía un opúsculo popular para una colección
llamada “Lecturas católicas”. Se empeñó en redactar con estilo sencillo y
claro para que cualquiera pudiera entender fácilmente. Con ese fin leía
los borradores a su madre Margarita, y corregía toda palabra que no
comprendiera. He aquí algunos pensamientos simples pero luminosos de
este admirable santo.
La
vida es demasiado corta. Hay que hacer de prisa lo poco que se pueda,
antes que nos sorprenda la muerte. Los ociosos, al final de la vida,
experimentarán grandes remordimientos por el tiempo perdido. Las espinas
de la vida serán las flores de la eternidad. A la hora de la muerte se
ven las cosas desde otro punto de vista. ¿Quieres llevar contigo el
dinero a la eternidad? Da limosna a los pobres. Hagamos el bien que
podamos y no aguardemos la recompensa del mundo, sino solamente de Dios.
Un rinconcito del paraíso lo arregla todo.
Como
los santos, Don Bosco vivió en la tierra sumergido en múltiples tareas y
aspiraciones, en especial buscaba la promoción de los jóvenes humildes a
una vida más digna. Pero se notaba siempre que su corazón estaba en la
eternidad, en los bienes celestiales que pagarían con creces su
dedicación total a sus queridos jóvenes.