Alabado sea Jesucristo…
Leemos en la Biblia que la desobediencia es castigada por el Señor. Si bien Dios perdona la desobediencia, ésta trae aparejada una punición que habrá que pagar. Por eso dice también la Escritura que el hombre obediente cantará victoria, pues quien obedece se hace semejante a Dios, y quien desobedece es como que realiza un pecado de magia, y se emparenta con el demonio, el primer desobediente de la historia.
Por suerte, gracias a Dios, el Señor tuvo misericordia de los hombres, que en Adán y Eva desobedecieron, y nos dio la oportunidad de reparar el error, con la promesa de un Salvador. Pero los ángeles caídos no tuvieron esa posibilidad, y al desobedecer ellos, hubo el Infierno.
Tengamos horror a la desobediencia, porque quien quiere guiarse por sí mismo, sin escuchar los consejos de Dios, de su director espiritual o de personas espirituales, se hace discípulo de un tonto, es decir, de sí mismo, y en última instancia obedece al demonio.
Trabajemos todos los días esta virtud de la obediencia, que fue la principal virtud de Jesús y de María, junto con la humildad.
Obedezcamos, sobre todo, los Diez Mandamientos. Y tengamos siempre presente cuál es la astucia del demonio para llevarnos a la desobediencia: El diablo nos sugiere siempre que es muy justo desobedecer a Dios y sus leyes, por uno u otro motivo “aparentemente” justo. No le hagamos caso y sigamos impertérritos y obedientes a Dios y su Ley, que dan Vida eterna. Aunque no entendamos, obedezcamos a Dios, y cantaremos victoria, en el tiempo y en la eternidad. www.santisimavirgen.com.ar
¡Buenos días!
Entre truenos y relámpagos
Un niño es el regalo de Dios para tus días tristes. Es el movimiento y el torbellino de la vida que se agita, que salta, que corre, que sueña, que sonríe y se duerme. Un niño es siempre una esperanza, un por qué vivimos y trabajamos sin dar lugar a la fatiga. Un niño es un misterio impenetrable; ¿qué será de él en el futuro?
Una nena, como todos los días fue caminando a la escuela, a pesar del mal tiempo y de las nubes oscuras. A los pocos minutos el viento arreció y empezaron los rayos y los truenos. La madre pensó que su hijita podría tener miedo en el camino, pues ella misma estaba asustada por la tormenta. Preocupada, la madre entró a su auto, y se dirigió a la escuela. En el camino encontró a su hija caminando, y notó que a cada relámpago la niña se detenía, miraba hacia arriba y sonreía. Cuando la niña subió al auto, la madre le preguntó muy curiosa: —¿Qué estabas haciendo? La niña le respondió: —Estaba sonriendo, porque Dios no paraba de sacarme fotos.
Un niño es el interrogante permanente sobre el mundo que hemos construido, sobre los valores que nos movilizan, sobre el destino de nuestra humanidad... ¿Saldría el sol cada mañana si ellos no iluminaran nuestras noches? ¿Podríamos vivir sin su bullicio, sin sus sonrisas, sin la abismante profundidad de sus preguntas? (Anónimo). Agradezcamos este don del Cielo.
Padre Natalio
Sagrado Corazón de Jesús. Mil gracias por concederme un día más para adorarte y servirte. Hagamos como decía San Agustín: Señor a Ti solo busco, a Ti solo amo y tuyo quiero ser. Mi único deseo es conocerte y amarte. (Sol 1,1,). La mies es mucha y pocos son los obreros para recogerla. Es la Palabra de Dios. Alabado sea Jesucristo. Amén. Yo dibulgo cada día Pequeñas Semillitas, con el vehemente deseo de que se propague la Fe, en el Sagrado Corazón de Jesús y suplico a todos los creyentes y no creyentes, que pidan al Señor Jesucristo en oración, que no haya más guerras ni hambre en el Mundo, ni atentados terroristas ó políticos de guante blanco, y reine la Paz, así como el Amor, en todos los rincones del Orbe. Así sea. Detente, el Sagrado Corazón de Jesús, está conmigo. Casimiro López