Alabado sea
Jesucristo…
Aunque en la vida sólo rezáramos el Gloria, ya estaríamos
cumpliendo la misión de criaturas de Dios, puesto que los Ángeles en el Cielo
cantan el Gloria, y nosotros, rezándolo en la tierra, albaríamos a Dios como
merece.
Por ejemplo una forma agradable de rezar el Gloria es
rezando 24 Glorias en honor a Santa Teresita, por sus veinticuatro años que
vivió en la tierra.
También rezamos el Gloria cuando terminamos de rezar cada
decena del Rosario. Por eso si rezamos el Rosario, estamos rezando un compendio
maravilloso de oraciones que agradan tanto a Dios y a su Madre, que el Cielo no
ha escatimado gracias a quienes rezan esta oración.
Es bueno, cuando rezamos el Gloria, inclinar la cabeza en
la primera parte de esta oración. Efectivamente cuando decimos: “Gloria al
Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo”, es bueno mantener inclinada la cabeza
mientras se dice esto, puesto que estamos adorando y alabando al mismo Dios, a
la Santísima Trinidad.
Y también debemos poner especial cuidado en pronunciar
esta “y” entre cada Persona, porque ello es indicativo de la igualdad de las
Personas divinas.
¡Buenos días!
Nunca olvides
Aquello que nos
decimos a nosotros mismos afecta radicalmente la calidad de nuestras vidas y
nuestra habilidad para hacer cosas efectivamente. Somos lo que pensamos. Si
nuestro discurso interior es negativo, pues, somos eso: seres pesimistas,
trabados en todo. Por el contrario, si nuestro discurso interior es positivo
somos seres dinámicos, entusiastas, decididos.
Olvida los días nublados, pero no olvides tus
horas de sol ni tus noches estrelladas. Olvida los momentos en que fuiste
derrotado, pero no olvides las batallas que has ganado. Olvida los errores que
no puedes cambiar, pero no olvides las lecciones que has aprendido ni las
verdades atesoradas en tu experiencia. Olvida los días en que has estado solo y
triste, pero no olvides las sonrisas que has encontrado y tantas que
encontrarás. Olvida los planes que fallaron, pero nunca olvides que debes tener
siempre un sueño.
La gente de
pensamiento positivo, con metas para triunfar y salir adelante, va por la vida
con frases llenas de aliento como éstas: “Todo va a salir bien. Nada es
imposible. Tengo fe que todo saldrá a mi favor. La buena suerte siempre me
acompaña. Hay que tener confianza. Hay que esforzarse”. Concéntrate, pues, en
la cara esperanzadora de la existencia.
Padre Natalio