Lluvia. No tardes tanto en venir, te estoy esperando desde siempre, sin ti no se seguir y necesito tu mano de amiga, porque me faltan, tus palabras que ayudan a caminar, estoy cansado y no puedo seguir, voy a descansar a la sombra de este abedul, desde donde veo discurrir la corriente del arroyo de mi vida, que es muy lento, porque le falta la lluvia de esa nube que pasa, sin mirar y no mitigar la sed de mi alma, extraño el maná de tus versos, que son el alimento del sediento desierto en que me encuentro y donde seguiré esperando esa vivificante lluvia. Cariños para ti... |