Alabado sea
Jesucristo…
Si quieres salir adelante en una empresa o en un
propósito, cree en ti mismo, pon en acción tus capacidades y encomiéndate a
Dios.
Para alcanzar lo que quieres, cree en ti mismo, y haz un
plan concreto que determine con claridad el objetivo y que señale los medios y
métodos adecuados para alcanzarlo, y pide la ayuda de Dios. Sé creativo en la
elección de las estrategias más sabias y sé flexible para escuchar y analizar
las sugerencias para mejorarlas. Reconoce que las críticas purifican tu mejor
idea.
Feliz y bendecido fin de semana en la alegría y el amor.
¡Buenos días!
Si te necesitan, no huyas
Jesús comenzó a
predicar a la gente diciendo: “El tiempo se ha cumplido. El reino de Dios ha
llegado. Conviértanse y crean en la buena noticia”. Estas palabras que
resonaron como una clarinada para convocar al pueblo de Dios, siguen señalando
el camino de la salvación: volver al Señor, abandonar nuestros caminos equivocados,
purificar el corazón…
Tú no puedes poner fin al hambre, la guerra y
la violencia que hay en el mundo. No puedes curar las espantosas heridas que
padece el mundo. Puedes sufrir por su culpa. Puedes protestar contra ellas.
Pero te duele tu impotencia. O sea que: ¡Tiene que cambiar la sociedad! ¡Hay
que cambiar estas estructuras! Pero resulta que la sociedad se compone de
personas. Y esas estructuras las hacen personas. Si no cambia la gente, no
puede cambiar nada. Y la crítica social es pura hipocresía, si no me critico a
mí mismo. Sólo cuando hayas cambiado tú de verdad, y no seas ya tan codicioso,
ni tan violento, podrás ayudar a los demás a iniciar una vida nueva
La realidad del
pecado es inseparable de la experiencia humana. Pero, por otra parte, la
realidad del perdón es inseparable de Dios. Por eso, no hay ninguna situación
de pecado que no se pueda cambiar y que no nos permita reencontrar la paz.
Nunca, jamás Dios le quita al hombre la posibilidad de ser feliz. Esta es una maravillosa
“buena nueva” de Jesús.
Padre Natalio
Sagrado
Corazón de Jesús. Mil gracias por concederme un
día más para adorarte y servirte. Hagamos como
decía San Agustín: Señor a Ti solo busco, a Ti
solo amo y tuyo quiero ser. Mi único deseo es conocerte
y amarte. (Sol 1,1,). La mies es mucha y pocos son
los obreros para recogerla. El Señor dijo: Vengan a mí los que estan cansados y
agobiados, que yo los consolaré Mt 11.28. Es la Palabra de Dios.
Alabado sea Jesucristo. Amén. Yo dibulgo cada día
Pequeñas Semillitas, con el vehemente deseo de que se
propague la Fe, en el Sagrado Corazón de Jesús y
suplico a todos los creyentes y no creyentes, que
pidan al Señor Jesucristo en oración, que no haya más
guerras ni hambre en el Mundo, ni atentados terroristas,
ni políticos de guante blanco y reine la Paz, así como el amor, en todos los rincones del Orbe. Así sea. Detente, el Sagrado Corazón de Jesús, está conmigo. Casimiro López.