Alabado sea
Jesucristo…
Hoy estamos celebrando a la Virgen de Fátima, cuya
historia todos hemos conocido seguramente cuando éramos niños, como lo eran
también los pastorcitos Lucía, Francisco y Jacinta, a los que la Señora se
apareció en Portugal en 1917, en Cova de Iria.
Es la Virgen de Fátima que tanto amó San Juan Pablo II,
que precisamente un día 13 de mayo de 1981 sufrió el atentado criminal en la
Plaza San Pedro, del cual salvó su vida (pese a las graves heridas recibidas)
por la mediación de la Santísima Virgen, a la que un año después agradeció y
regaló el plomo de la bala, que quedó engarzado en su corona.
Dediquemos este día a recordar con especial amor a
nuestra Madre de Fátima, y para conocer más sobre Ella se puede acceder a un
interesante resumen producido por el Web Católico de Javier, haciendo clic acá.
¡Buenos días!
Para vivir en la Tierra
Para poder
comprender lo mucho que Dios nos ama, contemplemos, extasiados, el sol de cada
mañana... Recorramos los jardines, las flores también nos hablan. ¿Quién pudo
dar tanta belleza de aroma, color y gala? Sólo el artista divino, nuestro Padre
que nos ama. La naturaleza nos habla al corazón para decirnos, dulcemente,
¡cómo nos ama Dios!
Antes de nacer estaba preocupado porque no
conocía el mundo al que llegaría. Entonces le pedí a Dios instrucciones para
vivir en la Tierra. Dios me dijo: “Sé
como el sol: levántate temprano, y no te acuestes tarde. Sé como la luna:
brilla en la oscuridad, pero sométete a la luz mayor. Sé como el pájaro: come,
canta, bebe y vuela. Sé como las flores: enamoradas del sol, pero fieles a sus
raíces. Sé como la fruta: bella por fuera, saludable por dentro. Sé como el
día: llega y se retira sin alardes. Sé como el río, siempre hacia adelante. Sé
como la luciérnaga: aunque pequeña, emite su propia luz”.
Entrar en
contacto un poco más prolongado con la naturaleza nos acerca a una verdadera
fuente de sabiduría. Allí surgen emociones y vivencias que nos hacen amar más
la vida, para volver luego a nuestras ocupaciones habituales con nuevas
energías y nuevas ideas. “¡Cuántas son
tus obras, Señor, y todas las hiciste con sabiduría!”.
Padre Natalio