Alabado sea Jesucristo…
“Y sepan que yo estoy con ustedes todos los días hasta el final de este mundo” Mt 28,20
Tales
son las últimas palabras de Jesús en los tres sinópticos. No hay
tristeza de despedida, es un mensaje de consuelo, alegría y júbilo. Una
gran noticia.
La
Ascensión no es el final de la actividad de Jesús, es el comienzo de la
misión de sus seguidoras y seguidores. Él sigue con nosotros, alimenta
nuestra esperanza y nos hace capaces de proporcionar esperanza a los
demás. Nos llena de su presencia. Contamos con su estímulo, su ayuda y
su compañía. Él nos acompaña todos los días.
Jesús
nos encarga mostrar, con nuestras palabras y nuestra vida, el modelo
que nos dejó: su humanidad profunda, su personalidad sensible, su
coherencia y valentía, su mirada misericordiosa, su libertad y
solidaridad, su capacidad de servir.
Mostramos
que Dios es amor, amando. Que es misericordia, acogiendo y aliviando.
Que es gozo, viviendo y contagiando alegría. Mostremos que Dios es
comunidad, compartiendo, uniendo, solidarizándonos...
Es nuestra misión hacer presente su presencia en el mundo, comunicar la Buena Noticia, ser Buena Noticia.
¡Buenos días!
El gorrión y el águila
“La
política es el uso del poder legítimo para lograr el bien común de la
sociedad, a saber, aquellas condiciones de la vida social con las que
todos, familias y asociaciones puedan alcanzar su perfección propia. Por
tanto, debe realizarse con espíritu de servicio. El cristiano que actúa
en política ha de trabajar con desinterés, buscando el bien de todos”.
El
gorrión, con imprudencia juvenil, criticaba en voz alta, ante muchos
pájaros, el gobierno del águila. Decía que los impuestos eran excesivos;
que las elecciones, falseadas, que subían al congreso puros
politiqueros ignorantes; que el mérito no era recompensado. Y ya iba a
criticar otras cosas, cuando el águila que, sin ser notada se había
aproximado al grupo, le preguntó de qué gobierno estaba haciendo la
historia. El gorrión no se inmutó: -Del gobierno del abuelo de su
Majestad –contestó, saludando al águila cortésmente. Y el monarca quedó
satisfecho, recapacitando que, efectivamente, todo aquello, desde
entonces, había mejorado. (Daireaux).
“Para
renovar los partidos políticos no basta un cambio de dirigentes. Urge
crear una nueva mentalidad política, mediante el diálogo entre los
diversos sectores de la ciudadanía para acordar grandes políticas en
vista del bien común, acabando con la partidocracia (egoísmo
partidario), y dando lugar a una sana ciudadanía y a la equidad
social”. Piénsalo.
Padre Natalio