CATEDRAL
viernes, 02 de abril de 2004
C A T E D R A L ..... Huye de la razón de quien reza Y no ama...!, ,-,-,-,-,-,-,-,-,-,-,-, El templo que yo suelo frecuentar no tiene un campanario, no viste a imágenes inanimadas, en él no hay un visible sagrario de plata u oro, creado por manos artesanas, no tiene un limosnero para depositar dinero, ni hay naves decoradas, u ornadas, no es cerrado, limitado o condicionado, pero es una grandiosa Catedral, no tiene una magistral bóveda decorada por Michelangelo un artista genial, tampoco tiene rejas ni aprestados manteles en sus numerosos altares. En él no se cubre con doseles ni se sitúa bajo palio a ningún magnate, mandatario o poderoso sicario... Mi templo tiene una bóveda celeste, y te aseguro templario que fuera de ella no queda ni un solo lucero, sin iluminarlo con su brillo hechicero. Su interior es, unas veces, un parque florido de maravilloso, perfume y colorido, otras, es, una de esas sencillas y humildes casas abierta a cualquier religión, fe o dogma que no tiene ni una sola ventana o balcón, no hay puertas, cortinas o persianas, llaves o cerrojos, no discrimina no es xenófobo, todos los colores religiones o ideales, en él son habituales; la lluvia el sol el viento, las aves y hasta las flores vuelan y perfuman sus naves. Todos ellos y muchos más, en él son aceptados y ayudados pues... el pobre que socorre a otro pobre, alguien dijo (Y no fui yo), que, después de todo, no es tan pobre ya que es grande su caridad y generoso su corazón... Tú participas si así lo deseas, en su diaria Misa y comunión, de veinticuatro horas, en ella entras y sales cuando lo deseas, en mi templo sea noche o día, no te sientas antes de llegar, pues , en él, hay muy duro, que laborar, nunca hallarás sus puertas cerradas ni será su aforo especial en domingos y festivos, no se juzgarán las caras sucias o limpias ni las vestiduras regias o humildes, bajo la grandiosidad de esa Catedral del Universo, que es mi Templo la vida siempre seguirá su curso, inmutable, lo hará en la mina en la cantina en el sanatorio en el mortuorio en todo trabajo ocupación, o desocupación en toda situación, marginación desilusión decepción, y en él arcano de la decisión de denegar o aceptar, por una sola razón y es la de que él, fundido e incrustado en su dulce y universal comunión, con todo mortal o ideal, estará adosado al Jardín del Eden el Paraíso - Vergel del amor más puro entre Dios y los hombres y ya nunca habrá ángel con espada de fuego que juzgue desprecie o deseche capaz de arrojarnos de él porque por siempre morará en nosotros ^*^ AnnLOuise
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