Hace unos 4.500 millones de años, la Tierra colisionó contra un objeto celeste, posiblemente otro planeta de menor tamaño, al que se le ha dado el nombre de Theia. A partir de los escombros que se produjeron durante ese choque brutal se formó la Luna. Esta hipótesis, conocida como la Teoría del Gran Impacto, es la más aceptada entre los científicos para explicar el origen de nuestro satélite. Sin embargo, hasta ahora no tenían pruebas para demostrarlo.
Los astrofísicos creen que cada planeta del Sistema Solar tiene una composición isotópica distinta. La mayoría de los modelos científicos estiman que la Luna está compuesta en un 70-90% por material procedente de Theia (que creen que tendría un tamaño parecido a Marte) y en un 10-30% por escombros terrestres.
Si nuestro satélite se formó a partir de material procedente de dos cuerpos planetarios, tendría que tener una composición diferenciada a la de la Tierra, pero hasta ahora los análisis realizados habían mostrado que era casi idéntica. Así que el principal obstáculo para validar la hipótesis del Gran Impacto es que no habían encontrado huellas de los escombros del planeta Theia con el que supuestamente se produjo el choque.
Meteorito lunar hallado en 1999 en el desierto de Kalahari, en Botsuana, y analizado en este estudio. ADDI BISCHOFF
Ahora, un equipo de científicos alemanes ha hallado por primera vez diferencias en su composición, un resultado que, según explican esta semana en la revista Science, respalda esa teoría sobre la formación de nuestro satélite.
El equipo liderado por Daniel Herwartz realizó un análisis de los isótopos de oxígeno que contienen las rocas que recogieron de la superficie lunar los astronautas de las misiones Apolo entre 1969 y 1972. «Las diferencias son pequeñas y difíciles de detectar, pero existen», ha declarado Herwartz.
Según explican en este estudio, que será presentado la próxima semana en la Conferencia de Geoquímica Goldschmidt de California, primero analizaron muestras lunares que habían llegado a la Tierra en forma de meteoritos. Sin embargo, estas muestras estaban contaminadas por el contacto con nuestro planeta, por lo que decidieron usar muestras recogidas directamente en la Luna. En concreto emplearon rocas traídas durante las misiones Apolo 11, 12 y 16.
La composición del planeta Theia
«Ahora podemos estar razonablemente seguros de que ese gran impacto tuvo lugar», señala Herwartz. En segundo lugar, destaca que el análisis de isótopos de oxígeno realizado les ha dado por primera vez pistas sobre la posible composición geoquímica de Theia, que parece que es similar a lo que en la Tierra lamamos condritas de tipo E. Los datos de su estudio sugieren que es posible el porcentaje de escombros que la Tierra y Theia aportaron a la Luna sea de un 50% cada uno, y no 70-30%. Por ello, su siguiente objetivo será averiguar cuánto material procedente de Theia hay en la Luna.
Sección de un fragmento de condrita del asteroide Almahatta Sitta encontrado en Sudán. ADDI BISCHOFF
Según destaca Jesús Martínez-Frías, investigador del Grupo de Meteoritos y Geociencias Planetarias del CSIC, esta investigación «supone un avance importante no sólo en relación con la formación impactogénica de la Luna, sino también para confirmar la importancia de los impactos en la coevolución de la Tierra, la Luna y probablemente otros planetas interiores, como Marte».
Para el director de la Red Española de Planetología y Astrobiología (REDESPA), este tipo de trabajos muestran «una vez más que la geoquímica de isótopos estables, en este caso de los isótopos de oxígeno, constituye una herramienta fundamental en la caracterización ambiental y paleoambiental de procesos planetarios a distintas escalas». En su opinión, «cualquier estudio sobre planetología comparada debe tener en cuenta la caracterización de la composición de nuestro Espacio Cercano a la Tierra (incluyendo la Luna y los asteroides a través de los estudios de meteoritos sobre todo condríticos)».
Para averiguar cuánto material procedente de Theia hay en la Luna, explica Martínez-Frías, habrá que «estudiar a fondo los meteoritos lunares (lunaitas), comparar los resultados con las rocas Apolo y probablemente también realizar nuevos estudios en próximas misiones tripuladas a nuestro satélite».
Le ha resultado interesante. Si.
Comentario: Se inserta este articúlo-estudio, con el sólo y único fin
de crecer en conocimientos, Ciencias de Astronomía, para conocer como se
formó nuestra Luna -satélite- resulta que de los estudios de
Planetología y Astrobiología muestran una vez mas que los isótopos de
oxigeno estable demuestran que parte del material que está formada la
Luna son del planetoide que impactó con la Tierra,y fueron lanzados al
espacio inmensas cantidades de escombros distintos de ambos planetas y
por efectos de la gravedad de los mismos, se fueron uniendo y dieron
lugar a la formaión de nuestro satélite -la luna- y se ha llegado a
descubrir la verdad de lo que ocurrió para formarse nuestro satélite.
Casimiro López