Alabado sea Jesucristo…
Todos
los evangelios hablan del temor que sintieron quienes habían seguido a
Jesús, después de su ejecución en la cruz. El cuarto evangelista en
particular nos dice que el temor es lo contrario a la fe. El miedo
revela falta de amor, impide vivir la fe que transforma la vida.
En
toda situación, Jesús se acerca y nos ofrece su paz. Paz que libera del
miedo, de la vieja condición de “encerrados” y prepara para asumir
nuevos desafíos.
El
Espíritu de Jesús recrea a las personas, transforma una comunidad
cobarde y cerrada en una comunidad valiente, con las puertas y ventanas
abiertas.
El
encuentro con Jesús es fuente de la mayor alegría... Para aquellos
primeros seguidores del Maestro, y hoy también para nosotros.
¡Buenos días!
El campesino y el clima
La
tormenta es un buen símbolo para nuestras crisis, angustias y fracasos.
En fin para todo lo que se presenta como algo doloroso e indeseable en
tu vida. Pero son inevitables. Lo bueno es encontrar en todas ellas el
lado positivo, porque muy expresivamente escribió Luis Veuillot “hay
bendiciones de Dios que entran en casa rompiendo los cristales”.
Un
campesino pidió a Dios le permitiera ordenar el clima para que —según
él— le rindiera mejor su cosecha. ¡Dios se lo concedió! Entonces, si el
campesino quería lluvia ligera, así sucedía; si pedía sol, éste
brillaba; si necesitaba más agua, llovía más; etc. Sin embargo, al
llegar la cosecha, se sorprendió mucho porque resultó un fracaso.
Desconcertado preguntó a Dios por qué salió así la cosa, si él había
puesto los climas más adecuados. Pero Dios le contestó: "tú pediste lo
que quisiste, pero no lo que de verdad convenía. Nunca pediste
tormentas, y éstas son muy necesarias para limpiar la siembra, ahuyentar
aves y animales que la consumen y purificarla de plagas que la
destruyen".
“Dios
permite esas visitas de las tormentas porque sabe que por medio de ella
tú y yo podemos crecer de gloria en gloria. Si logramos resistir y
confiar cuando vengan, saldremos transformados por el poder de Dios y
podremos darle gracias por permitir la visita de la maestra tormenta”.
(S. Escudero). Que seas experto en superar las borrascas.
Padre Natalio