Alabado sea
Jesucristo…
Hoy celebramos la fiesta de San Antonio de Padua, el
santo lisboeta que desarrolló gran parte de su labor como franciscano en Italia
siguiendo las huellas de San Francisco de Asís con quien llegó a encontrarse en
un capítulo general de los franciscanos diez años antes de su muerte.
Llamado “Doctor Evangélico” por su gran capacidad para
escribir sermones para todas las fiestas del año. León XIII lo llamó “el santo
de todo el mundo” porque su devoción está extendida a cada rincón de la tierra.
Poderoso en obras y en palabras, por su extraordinaria intercesión es considerado patrón de mujeres estériles, pobres,
viajeros, albañiles, panaderos y papeleros. Se le invoca por los objetos
perdidos y para pedir un buen esposo/a.
Hace poco menos de dos meses, Dios me regaló la gracia de
visitar Padua, estar un largo tiempo en la monumental Basílica levantada en su
memoria y rezar con mis dos manos apoyadas en su tumba de piedra. Fue una experiencia espiritual verdaderamente inolvidable.
Un santo para admirar y tratar de imitar…
Los buenos hábitos
Los años
juveniles son para adquirir buenos hábitos. La única diferencia entre el adulto
fracasado y el triunfador está en la diferencia de sus hábitos. Los buenos
hábitos son la clave de todo éxito. Por lo tanto capitaliza las auténticas
riquezas que, como todo lo esencial, “son invisibles a los ojos”; y persevera,
aunque no veas resultados inmediatos.
1. - Dios mío, haz de mí un hombre paciente...
pero ¡ya!
2. -
Papá, papá... ¿cuál es la definición de engreído?
- Qué bueno que preguntaste, porque soy la
mejor persona para responderte.
3. - Mamá, mamá, en la escuela me dicen
interesado.
- ¿Y por qué te dicen así?
- Si me das $5 te lo digo.
4. - Juan, ¿es cierto que eres muy
susceptible?
- No. ¡Y déjame en paz, que me vas a volver
loco!
Tú tarea es
formarte, no sólo cuando joven, sino siempre. La formación personal consiste en
asimilar valores, habilidades, virtudes… que te permitan afrontar
victoriosamente la vida en todos sus aspectos. Tu capital de buenos hábitos
será la gran riqueza que nada ni nadie te podrá quitar. Emprende animosamente
este camino de superación y madurez
Padre Natalio