Alabado sea
Jesucristo…
Cuando te encuentres en una situación angustiosa en que
todo te parezca conjurarse contra ti, de tal modo que creas que no podrás
aguantarte ni un minuto más… no te rindas. Así como la luz por si misma
resuelve el problema de la oscuridad, también tú debes resolver todos los
problemas que en algún momento se presentan en tu vida.
En las Sagradas Escrituras puedes leer: “Dios es Luz, en él no hay tiniebla alguna.
Si decimos que estamos en comunión con él, y caminamos en tinieblas, mentimos y
no obramos la verdad. Pero si caminamos en la luz, como él mismo está en la
luz, estamos en comunión unos con otros y la sangre de Jesús nos purifica de
todo pecado” (1 Jn 1,5-7).
Y también eres luz porque has recibido en el bautismo la
Luz de Cristo Resucitado, el mismo que dijo “Yo
soy la luz del mundo; el que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá
la luz de la vida” (Jn 8,12).
Entonces piensa que eres luz y que todos los problemas
son tinieblas… cuando tú los enfrentas, ellos desaparecen como las tinieblas
frente a la luz.
¡Buenos días!
Cultiva la constancia
El eminente
compositor Beethoven dijo una vez que el genio se compone del dos por ciento de
talento y del noventa y ocho por ciento de perseverante aplicación. “La
constancia es el alto precio que hay que pagar por todas las conquistas de la
vida. Todo lo más grande en cualquier ámbito se ha conseguido por una ardiente perseverancia”
(I. Larrañaga).
Abba Poimén solía decía a los monjes: —La
naturaleza del agua es suave, mas la de la piedra es dura. Pero, si se suspende
un recipiente que deja caer agua día tras día sobre la piedra, poco a poco la
perfora. Del mismo modo, la palabra de Dios es suave, y nuestro corazón es
duro. Sin embargo, cuando el hombre oye o lee con frecuencia la Palabra
Sagrada, se abre su corazón al santo temor de Dios. Y amonestaba: —Un hombre
que predica y no pone en práctica las cosas que enseña, es semejante a una
fuente que abreva y lava a todo el mundo, pero que no puede purificarse a sí
misma.
Dios siempre está
dispuesto a concederte sus dones, pero pide tu colaboración, tu esfuerzo, tu
voluntad. Leonardo da Vinci dispuso que en su tumba se escribiera este
epitafio: “Tú, Señor, regalas todos tus dones al precio del esfuerzo”. El éxito
comienza siempre con una voluntad decidida a permanecer firme en la lucha.
Cultiva la constancia.
Padre Natalio
Sagrado
Corazón de Jesús. Mil gracias por
concederme un día más para adorarte y
servirte. Hagamos como decía San Agustín: Señor a
Ti solo busco, a Ti solo amo y tuyo quiero
ser. Mi único deseo es conocerte y amarte.
(Sol 1,1,). La mies es mucha y pocos son los
obreros para recogerla. El Señor dijo: Vengan a mí
los que estan cansados y agobiados, que yo los consolaré Mt 11.28.
Es la Palabra de Dios. Alabado sea
Jesucristo. Amén. Yo dibulgo cada día Pequeñas
Semillitas, con el vehemente deseo de que se
propague la Fe, en el Sagrado Corazón de Jesús y
suplico a todos los creyentes y no
creyentes, que pidan al Señor Jesucristo en
oración, que no haya más guerras ni hambre en
el Mundo, ni atentados terroristas, ni políticos de
guante blanco y reine la Paz, así como el amor, en todos
los rincones del Orbe. Así sea. Detente, el Sagrado Corazón de Jesús, está conmigo. Casimiro López