Una noche de amor yo te pido, para surcar tus intrépidos mares y ahogar mis malditos pesares en las corrientes del olvido.
Ansío anclar en un puerto perdido, a la luz de un nuevo amanecer y poder albergarme en tu ser al amparo de un querer prohibido.
Me tienta escuchar el latido de las olas ante una ilusión y hundirme en la ardiente pasión que tu piel en mi piel ha encendido.
Me interesa perder el sentido y ampararme en la sutil locura que me inspira la grata ternura de tenerte en mis brazos, dormido.
Amar hasta el cansancio he querido para mitigar cada tormento y esta noche ha llegado el momento de que mi sueño sea concedido.
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