Alabado sea
Jesucristo…
San Pablo escribía: “Desde que conocí a Cristo todo lo
que no es Cristo me resulta inútil desperdicio” Por su parte, Santa Teresa
decía “Quien a Dios tiene nada le falta, sólo Dios basta”.
Dios es infinitamente más de lo que puede anhelar y
ansiar nuestra mente, nuestro corazón, nuestra vida entera. Dios es el todo
absoluto de nuestra insignificante nada. Su sabiduría y bondad, su misericordia
y fortaleza, su providencia y acción salvadora, su santidad y fidelidad, su
poder, su gloria y felicidad.
Como cristianos debemos entender que cuando Jesús nos
dice: Quien quiera seguirme, tome su cruz
y renuncie a sí mismo, a sus criterios, sus proyectos y anhelos tan
limitados y jaqueados por el pecado, con toda decisión y confianza se entregue
a vivir mi Evangelio, por mí, conmigo y
en mí, en caridad y solidaridad fraterna, y para gloria de Dios Padre, sepa que yo lo resucitaré en el último día.
Y la verdad, es una cuestión de fe en sus palabras de
vida eterna, como lo dijo Pedro. Fe y esperanza ciega, sin ningún temor.
El Domingo
¡Buenos días!
Bendice a mi familia
La oración es la
llave que abre los tesoros del cielo. Es el puente siempre accesible por el que
llegamos a Dios. El arte de orar es el arte de amar al Señor. Pero orar bien es
un regalo de Dios. Por lo tanto, implora que envíe su Espíritu para que llene
tu corazón con el fuego de su amor.
Señor, bendice a mi familia, a mis amigos y a
sus familias. Revélales tu amor y tu poder. Señor, muéstrate en este momento:
que donde haya dolor, nos des paz y consuelo y donde haya duda, tengamos
confianza porque creemos en ti. Jesús, visita mi casa y llévate mis problemas,
angustias y dolores. Señor, contágiame tu fuerza, para que yo también pueda
aceptar la voluntad del Padre. Hoy vengo a ti, lleno de dolor, a llorar mis
penas en tus brazos, Recurro a ti para que me libres y destrabes de todos los
males que me acechan y me impiden ser feliz. Espero confiadamente en ti. Vivo
confiadamente en ti.
La familia que
reza unida permanece unida y reproduce el clima de la casa de Nazareth: Jesús
está en el centro, se comparten con él alegrías y dolores, se ponen en sus
manos las necesidades y proyectos, se obtienen de él la esperanza y la fuerza
para el camino. Esa oración alcanza su culmen cuando la familia participa de la
Misa del domingo.
Padre Natalio
Sagrado
Corazón de Jesús. Mil gracias por concederme un
día más para adorarte y servirte. Hagamos como
decía San Agustín: Señor a Ti solo busco, a Ti
solo amo y tuyo quiero ser. Mi único deseo es conocerte
y amarte. (Sol 1,1,). La mies es mucha y pocos son los
obreros para recogerla. El Señor dijo: Vengan a mí los que
estan cansados y agobiados, que yo los consolaré Mt 11.28. Es la
Palabra de Dios. Alabado sea Jesucristo. Amén. Yo dibulgo
cada día Pequeñas Semillitas, con el vehemente deseo
de que se propague la Fe, en el Sagrado Corazón de
Jesús y suplico a todos los creyentes y no creyentes,
que pidan al Señor Jesucristo en oración, que no haya
más guerras ni hambre en el Mundo, ni atentados
terroristas, ni políticos de guante blanco y reine la Paz, así como
el amor, en todos los rincones del Orbe. Así sea.
Detente, el Sagrado Corazón de Jesús, está conmigo. Casimiro López.