Alabado sea
Jesucristo…
Un día como hoy, 11 de julio del año 2006, se publicaba la primera
edición del entonces boletín “Pequeñas Semillitas”, que todavía no estaba en la
web sino únicamente era distribuido a unas cuarenta personas por correo
electrónico. Recién a partir del 1° de marzo de 2007 se comenzó a publicar
también en internet en forma de blog y por ese motivo se reinició la numeración
desde el 0001, quedando 200 ediciones anteriores (que podríamos llamar
“históricas”) que son las que no salieron en internet. Por ese motivo, si hoy
estamos en el número 2405 de “Pequeñas Semillitas”, deberíamos sumar esas 200
ediciones anteriores y en realidad serían entonces 2605 las publicaciones desde el
primer día hasta hoy.
Este sencillo boletín nació y sigue existiendo con la
finalidad de llevar a todos los rincones del mundo la Palabra de Jesús, su
Buena Nueva (el Evangelio), y se complementa con otras secciones tales como el
Santoral Católico de cada día, temas de reflexión y meditación, información de
interés general, pedidos de oración (y sus correspondientes agradecimientos),
algo de humor, párrafos de libros de autores católicos, etc…
En todo este tiempo he contado con la gran colaboración
de Melissa, una querida amiga de Chile que transitó este camino junto a mí
hasta hace aproximadamente un año en que marchó detrás de otros proyectos en su
vida; Rocío, amiga argentina, presente desde los comienzos y hoy la más
cercana y eficaz colaboradora; y otras
poquitas amigas que ceden generosamente su trabajo en la confección de
powerpoints y videos (Mónica, Regina, Yadira). El resto del trabajo diario en
la elaboración de “Pequeñas Semillitas” es todo de este pequeño servidor del
Señor, al que alguna vez una lectora denominó “Jardinero de Dios” y ese nombre quedó para siempre.
Gracias a todos. Pero muy especialmente gracias a Dios
que un día me miró, y pesar de todas mis miserias humanas, me puso a hacer esta
tarea de difundir Su Palabra al mundo usando la tecnología moderna. Y hoy
quisiera repetir de corazón aquellas palabras de San Pablo que sintetizan
claramente lo que hago y por qué lo hago: “¡Ay
de mí si no evangelizara!”
Nota:
En esta edición copiaré algunas de las publicaciones del
primer número de “Pequeñas Semillitas” del 11 de julio de 2006. Son los que
están marcados con un * al lado del título, aclarando que en ese entonces no se acompañaban
de imágenes.
Agrego a continuación una foto captura del encabezado del
primer número, donde se aprecia que los mails se enviaban con un hermoso diseño de fondo hecho por mi amiga Cecilia:
Y al final de esta edición colocaré la vieja firma animada que
usaba en aquel año 2006 y durante algún tiempo posterior.
¡Buenos días!
El loro y el hornero
Cuando comienzan
las dificultades y reveses en tu vida, no pierdas el ánimo, porque hay dentro
de ti fuerzas insospechadas. Entre todas sobresale una que debes valorar,
entrenar y servirte de ella: la voluntad. El éxito comienza siempre con una
voluntad decidida a permanecer firme en desalojar los defectos y mejorar los
buenos hábitos.
Un loro, iba por todas partes, diciendo que
su nido estaba deshecho sin compostura, y tan sucio que ya no se podía vivir en
él. El hornero, extrañaba que pudiera uno hablar tan mal de su propio nido; y
un día, le preguntó al loro por qué no trataba de componer el suyo. —Si no
tiene más remedio, amigo –le contestó el loro–; los loros somos así; luego de
hacer algo, lo destruimos; nuestra raza es una raza ruin. —Haces mal, loro, en
hablar así de tu hogar y de los tuyos –le dijo el hornero–; sería mejor, no
ensuciar, ni destruir tu nido; pero todo mal tiene compostura, menos para el
que se figura que no la tiene. Daireaux
Busca siempre la
faz luminosa y positiva de todos los obstáculos y reveses que te presente cada
día. No olvides que puedes desarrollar la escondida sabiduría de convertir un
menos en más, un fracaso en victoria y una cruz en resurrección y vida. Que
pases un día muy apacible. Hasta mañana.
Padre Natalio
Sagrado
Corazón de Jesús. Mil gracias por concederme un
día más para adorarte y servirte. Hagamos como
decía San Agustín: Señor a Ti solo busco, a Ti
solo amo y tuyo quiero ser. Mi único deseo es conocerte
y amarte. (Sol 1,1,). La mies es mucha y pocos son los
obreros para recogerla. El Señor dijo: Vengan a mí los que
estan cansados y agobiados, que yo los consolaré Mt 11.28. Es la
Palabra de Dios. Alabado sea Jesucristo. Amén. Yo dibulgo
cada día Pequeñas Semillitas, con el vehemente deseo
de que se propague la Fe, en el Sagrado Corazón de
Jesús y suplico a todos los creyentes y no creyentes,
que pidan al Señor Jesucristo en oración, que no haya
más guerras ni hambre en el Mundo, ni atentados
terroristas, ni políticos de guante blanco y reine la Paz, así como
el amor, en todos los rincones del Orbe. Así sea.
Detente, el Sagrado Corazón de Jesús, está conmigo. Casimiro López.